En los últimos años, estamos asistiendo a una verdadera revolución del mercado inmobiliario. A los tradicionales procesos de compra o venta de un inmueble, se le suman nuevos actores. La industria no solo se debate entre pisos, casas unifamiliares o locales. Hoy, el segmento residencial ofrece un amplio abanico de posibilidades y lo hace porque las personas están transformando su relación con los inmuebles.

Y es que, sin duda, las nuevas maneras de vivir, relacionarse o trabajar reclaman nuevos espacios. Las empresas y las oficinas se adaptan a los jóvenes y los activos inmobiliarios hacen lo propio con los nuevos tipos de inquilinos.

La falta de suelo sigue siendo un desafío importante en el mercado inmobiliario español y es, en definitiva, uno de los principales factores que explica el alto coste de la vivienda en nuestro país.

Si no hay suelo para construir, las consecuencias afectan a toda la cadena: desde el inversor hasta el propietario final. La escasez de suelo conlleva, según el estudio elaborado por Servihabitat “Las tendencias que marcarán el sector inmobiliario”, escasez de viviendas, viviendas a un precio mucho más elevado y un suelo también más caro.

Según este mismo estudio de Servihabitat, hay una serie de nuevas propuestas que están transformando y ampliando el mercado inmobiliario. Muchas de ellas buscan reconvertir activos ganando así agilidad y flexibilidad.

Entre la oferta diferencial que está apareciendo en los últimos años, destaca, por ejemplo, el senior living. Las personas cada vez envejecen mejor. Es decir, las personas mayores de 65 años hoy priorizan su salud y bienestar y quieren mantener su autonomía todo el tiempo que sea posible. Para ello, el senior living es perfecto.

Se trata de edificaciones pensadas para sus necesidades, pero sin olvidar sus hobbies y aficiones. Según un informe de EAE Business School, este tipo de activos inmobiliarios aumentarán en más del 10% en los próximos 30 años.

Otro de los nuevos formatos de vivienda, con gran éxito en España, es el coliving. Consiste en vivir en un espacio único con grandes ventajas y espacios comunes. Este tipo de activos surgieron en Silicon Valley para dar cabida a todos los jóvenes que se mudaban a la zona a trabajar.

Actualmente, es una propuesta perfecta, por ejemplo, para nómadas digitales, porque estas residencias fomentan el trabajo remoto, los momentos de ocio y facilitan crear comunidad con los vecinos. Y, además, suelen funcionar con contratos de alquiler temporales.

Estas dos opciones son sobre todo grandes alternativas de alquiler y popularizan lo que se conoce como el flex living; es decir, una nueva manera (muy flexible) de entender la vivienda de alquiler y que es, en definitiva, una solución residencial sin compromiso a largo plazo.

El flex living es perfecto para personas que busquen pisos y espacios con servicios extra, como jardines comunes, gimnasio o rincones para teletrabajar o realizar actividades con los vecinos. Además, suelen construirse basándose en la arquitectura inteligente y sostenible. Son activos eficientes que, en la mayoría de los casos, permiten, además, una gran personalización.

En los últimos tiempos también se están popularizando los proyectos de viviendas cooperativas que, a diferencia de las anteriores, tiene una visión a largo plazo. Son residencias formadas por un grupo que comparte valores y el mismo concepto de vida.

Aquí, es el propio grupo el que establece las bases de la convivencia y diseña las zonas comunitarias y los servicios básicos. Además, se autogestionan. En cambio, las casas pueden diseñarse a medida y personalizarse.

Sin duda, una de las tendencias con mayor proyección de futuro del sector, asociada a una gran rentabilidad, es el build to rent. Traducido literalmente, como comprar para alquilar, esta propuesta supone un menor riesgo para el inversor que los activos más tradicionales.

Además, el estudio de Servihabitat estima que, en cuanto la crisis del suelo se estabilice y haya una mayor colaboración público-privada, los inversores verán todavía una mayor oportunidad de invertir en edificios de alquiler.

Así no es de extrañar que esta innovadora estrategia ha captado la atención de inversores y desarrolladores y que Servihabitat haya entrado de lleno en este sector con el proyecto B2Rent, de la mano de Coral Homes.

Ante tal escenario lleno de nuevas propuestas y tendencias, resulta complicado hacer una previsión de cómo será el futuro de la vivienda en España en las próximas décadas. Lo que es seguro es que, en este momento actual, ya se está viviendo un cambio importante que marca un antes y un después en las opciones que tienen los inquilinos, los propietarios y, por supuesto, los inversores.

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