El certificado energético es obligatorio para todos aquellos locales comerciales que se vendan o alquilen, y hacerlo sin disponer de él puede suponer graves sanciones y problemas para el propietario. Te explicamos cómo tramitarlo.
 
El Certificado Energético es un documento obligatorio para vender o alquilar un inmueble, y eso implica que también es necesario para tramitar estas gestiones cuando se trata de un local comercial. Eso sí, con alguna peculiaridad. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que si los locales, no están definidos en el proyecto de su edificio o comunidad, se deben certificar antes de abrir sus puertas. 
 
Este documento, obligatorio desde el año 2013, aporta información relevante sobre la eficiencia energética del espacio para el nuevo inquilino o comprador del local. Es una manera de saber de antemano, por ejemplo, hacia dónde irán encaminadas las facturas de luz, agua o gas. Unas cifras que ayudan, en muchos casos, a analizar la futura rentabilidad del negocio. 
 
Además, cuando se redacta este certificado de eficiencia energética, el técnico suele aconsejar medidas y mejoras que optimizan aún más el gasto del local. Siempre es bueno escucharlas y plantear estas nuevas opciones que hagan que la tienda o negocio sea más ¿verde¿ y el propietario pueda disfrutar de mayor rentabilidad. 
 

¿Cómo conseguir un certificado energético?

El primer paso es contactar con un técnico competente o una empresa especializada en estos trámites, quienes realizaran una visita presencial al local para tomar datos y recabar información como la superficie, la refrigeración, el estado de las ventanas o la envolvente térmica. 

En los certificados energéticos en los locales comerciales es importantísimo, concretamente, el tema de la luz. En la mayoría de negocios, la luz permanece encendida durante muchas horas y de manera ininterrumpida por lo que la iluminación es un consumo destacado y a valorar siempre en este documento. 


Con todos estos datos, el técnico tramita la calificación energética del espacio y se procede a emitir los documentos de certificado y aquellas mejoras para hacer más sostenible el local. El certificado se tiene que registrar en el organismo autonómico que corresponda, donde según la Comunidad supondrá un gasto adicional o no. Y, ahora sí, el local comercial ya dispone de la Etiqueta de Eficiencia Energética que tendrá, al igual que el Certificado, una validez de diez años.
 

¿Y si no tengo esta certificación?

Vender o alquilar un local comercial sin este Certificado Energético actualizado puede acarrear serios problemas al propietario, principalmente obstáculos económicos. Por ejemplo, no mencionar la calificación en los anuncios de compraventa puede llegar a suponer una multa de 600 euros.
 
Conocer la certificación energética no solo evita sanciones. También ayuda a focalizar las reformas que podrían hacerse en el local para, entre otros aspectos, reducir su huella medioambiental, disminuir los gastos y, a su vez, aumentar su valor y competitividad en el merado. Una Calificación energética positiva posiciona el activo mucho mejor en el sector inmobiliario y, por lo tanto, serán más fáciles (y ágiles) las gestiones de compraventa. 
 
Para finalizar, hay que recordar: la letra A o próxima a ella implica mayor eficiencia y, consecuentemente, menos gasto. En cambio, la letra G señala que ese local no está acondicionado energéticamente y, de hecho, se deberá revisar a los cinco años y no a los diez como en las situaciones habituales. 

 

Certificación energética para locales comerciales: ¿cómo conseguirla?

13 de febrero del 2023 Locales y oficinas

 

El certificado energético es obligatorio para todos aquellos locales comerciales que se vendan o alquilen, y hacerlo sin disponer de él puede suponer graves sanciones y problemas para el propietario. Te explicamos cómo tramitarlo.
 
El Certificado Energético es un documento obligatorio para vender o alquilar un inmueble, y eso implica que también es necesario para tramitar estas gestiones cuando se trata de un local comercial. Eso sí, con alguna peculiaridad. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que si los locales, no están definidos en el proyecto de su edificio o comunidad, se deben certificar antes de abrir sus puertas. 
 
Este documento, obligatorio desde el año 2013, aporta información relevante sobre la eficiencia energética del espacio para el nuevo inquilino o comprador del local. Es una manera de saber de antemano, por ejemplo, hacia dónde irán encaminadas las facturas de luz, agua o gas. Unas cifras que ayudan, en muchos casos, a analizar la futura rentabilidad del negocio. 
 
Además, cuando se redacta este certificado de eficiencia energética, el técnico suele aconsejar medidas y mejoras que optimizan aún más el gasto del local. Siempre es bueno escucharlas y plantear estas nuevas opciones que hagan que la tienda o negocio sea más ¿verde¿ y el propietario pueda disfrutar de mayor rentabilidad. 
 

¿Cómo conseguir un certificado energético?

El primer paso es contactar con un técnico competente o una empresa especializada en estos trámites, quienes realizaran una visita presencial al local para tomar datos y recabar información como la superficie, la refrigeración, el estado de las ventanas o la envolvente térmica. 

En los certificados energéticos en los locales comerciales es importantísimo, concretamente, el tema de la luz. En la mayoría de negocios, la luz permanece encendida durante muchas horas y de manera ininterrumpida por lo que la iluminación es un consumo destacado y a valorar siempre en este documento. 


Con todos estos datos, el técnico tramita la calificación energética del espacio y se procede a emitir los documentos de certificado y aquellas mejoras para hacer más sostenible el local. El certificado se tiene que registrar en el organismo autonómico que corresponda, donde según la Comunidad supondrá un gasto adicional o no. Y, ahora sí, el local comercial ya dispone de la Etiqueta de Eficiencia Energética que tendrá, al igual que el Certificado, una validez de diez años.
 

¿Y si no tengo esta certificación?

Vender o alquilar un local comercial sin este Certificado Energético actualizado puede acarrear serios problemas al propietario, principalmente obstáculos económicos. Por ejemplo, no mencionar la calificación en los anuncios de compraventa puede llegar a suponer una multa de 600 euros.
 
Conocer la certificación energética no solo evita sanciones. También ayuda a focalizar las reformas que podrían hacerse en el local para, entre otros aspectos, reducir su huella medioambiental, disminuir los gastos y, a su vez, aumentar su valor y competitividad en el merado. Una Calificación energética positiva posiciona el activo mucho mejor en el sector inmobiliario y, por lo tanto, serán más fáciles (y ágiles) las gestiones de compraventa. 
 
Para finalizar, hay que recordar: la letra A o próxima a ella implica mayor eficiencia y, consecuentemente, menos gasto. En cambio, la letra G señala que ese local no está acondicionado energéticamente y, de hecho, se deberá revisar a los cinco años y no a los diez como en las situaciones habituales. 

 


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