Las viviendas flexibles, o flex living, es una nueva modalidad en el alquiler de inmuebles. Esta alternativa resulta muy atractiva a personas que no quieren (o pueden) comprometerse a fijar su residencia en el mismo lugar durante un largo periodo de tiempo. Es decir, es perfecta para jóvenes emprendedores o nómadas digitales. 
 
La sociedad actual poco tiene que ver con la de generaciones anteriores. Esto se nota, por ejemplo, en los trabajos, pero también en la forma de ver el mundo y relacionarse con él. En este sentido, el sector inmobiliario ha visto como las necesidades y las demandas han ido cambiando. Hoy, las fórmulas residenciales están transformándose y se encaminan hacia conceptos como la flexibilidad. 
 
Y aquí es donde nade el flex living, o una nueva forma de alquiler residencial muy atractiva para perfiles actuales. Por lo general, están apareciendo en grandes ciudades y son muy atractivas para profesionales que buscan una vivienda temporal. 
 
Porque sí, la máxima representación de esta flexibilidad se da con los tiempos de estancia. Es decir, en esta nueva opción de alquiler los tiempos pueden reducirse a pocos meses, incluso semanas. O dicho de otra manera, a diferencia del alquiler tradicional, el flex living es un modelo de alquiler residencial sin compromiso a largo plazo. 
 
Y, cómo no, ya hay perfiles más que habituados a esta nueva práctica. Es una tendencia emergente que acompaña mucho el nuevo estilo de vida de los jóvenes y que se adapta -a la perfección- con las necesidades de los nómadas digitales o empresarios desplazados por trabajo durante una temporada, por ejemplo. 

Dentro del flex living existen diversas alternativas como el smart living, el senior living, el corporate living o el coliving. Cada una de estas apuestas tiene sus propias características y peculiaridades. Y es habitual que incluyan extras como zonas compartidas, limpieza o similares. 
 
Se trata de disfrutar de una vivienda de forma más flexible y centrada, en la mayoría de casos, en la generación de comunidad. Por eso también la optimización del espacio es otro must: espacios diáfanos, muebles multifuncionales o zonas comunes que se integren con el entorno. 

La respuesta será afirmativa siempre que busques una forma de vivir simplificada y donde la flexibilidad y la adaptabilidad sean los protagonistas. A su vez, es muy buena alternativa si quieres vivir en espacios que ofrezcan servicios extras y donde el sentimiento de comunidad se cultive de alguna manera. Ya sabes, los principales beneficios del flex living se resumen en adaptabilidad, personalización, inteligencia, eficiencia y ¡mucha flexibilidad!
 
Finalmente, los inversores ya están viendo también todas estas ventajas y estos nuevos productos residenciales les garantizan un alto rendimiento. Hay mucho potencial por descubrir y aún la oferta escasea.