Tras el auge del comercio electrónico durante la pandemia, parecía que el comercio físico estaba en horas bajas. Pero no. El comercio de proximidad sigue siendo una gran opción. Más allá de las ventas, las tiendas de barrio ofrecen un trato personal, interacción y datos de primera mano que permiten a las marcas y empresas ser más eficientes.
 
Hace varios años, se vaticinaba el fin del pequeño comercio. Parecía entonces que las pequeñas tiendas de barrio iban a ser devoradas por los grandes centros comerciales. Más recientemente, la globalización y el aterrizaje del e-commerce en el mercado hicieron cambiar las reglas del juego.
 
Pese a las estimaciones iniciales, la compra de proximidad sobrevive y con buena nota. De hecho, más allá del precio, son cada vez más las personas que valoran otros aspectos como la sostenibilidad o la confianza a la hora de comprar. Y esto juega a favor de las pequeñas tiendas que hay cerca de casa.  
 
Y es que comprar las frutas y verduras de kilómetro 0, ropa y productos artesanales o adquirir bienes en las tiendas de barrio son, a veces, las únicas maneras de acceder a ciertos productos locales que no llegan a grandes superficies o a Internet.
 
Además, las tiendas de barrio dan respuesta a una necesidad, cada vez más consciente, de consumir de manera responsable. Es salud para el cliente, pero también para el Planeta ya que se reduce la huella de carbono de los productos y de la compra en sí.
 
Por eso, muchos consistorios - como el barcelonés- están diseñando diversas estrategias políticas que definan nuevas regulaciones y normativas que protegen el comercio local. Es importante para todos. 

Las tiendas de barrio no están alejadas las unas de las otras y permiten, entre otras ventajas, hacer la compra con facilidad. Además, fomentan la economía local y es que, seguramente, los dueños o trabajadores de esa pequeña tienda donde compras sean del barrio o de zonas próximas. Una calle con diversos comercios revitaliza la zona y hace que aparezcan más pequeños negocios. ¡El barrio se enriquece!
 
El comercio de proximidad está de moda y ofrece una interacción y asesoramiento personal que pocas grandes superficies pueden garantizar. Según la Confederación Española de Comercio, las tiendas locales tienen un valor añadido: conocen a su cliente y le pueden aconsejar mejor. Muchas de estos negocios son familiares y esa especialización o conocimientos ha ido pasando de generación en generación.
 
Se potencia, por lo tanto, la especialización y el trato directo con el cliente y, cómo no quieren quedarse atrás, muchas tiendas locales apuestan ya por las nuevas tecnologías para ganar mayor visibilidad. Y es que el futuro de estos negocios más modestos pasa por la cercanía y la digitalización.
 
Así, estas pequeñas tiendas de proximidad dan personalidad a los barrios. Son importantes y muy beneficiosas para todos los vecinos porque sí, su objetivo es ofrecer un servicio duradero y muy personalizado.
 
Por lo tanto, los nuevos emprendedores tienen en sus manos ayudar a generar identidad de barrio y comunidad. Para ello, deben aprender cómo escoger el mejor local para su negocio. Para triunfar, entre tanta competencia, es importante la ubicación de la tienda, por ejemplo. En un barrio de economía más modesta no triunfarán las tiendas que vendan artículos de lujo.
 
Ubicación, competencia y servicios son factores a tener en cuenta. Para dar con el local perfecto es crucial dejarse asesorar por expertos como Servihabitat. En su catálogo encontrarás los mejores locales en las zonas que estés buscando.

 

 

¿Vuelve la moda de comprar en las tiendas de barrio?

14 de mayo del 2024 Locales y oficinas

 

Tras el auge del comercio electrónico durante la pandemia, parecía que el comercio físico estaba en horas bajas. Pero no. El comercio de proximidad sigue siendo una gran opción. Más allá de las ventas, las tiendas de barrio ofrecen un trato personal, interacción y datos de primera mano que permiten a las marcas y empresas ser más eficientes.
 
Hace varios años, se vaticinaba el fin del pequeño comercio. Parecía entonces que las pequeñas tiendas de barrio iban a ser devoradas por los grandes centros comerciales. Más recientemente, la globalización y el aterrizaje del e-commerce en el mercado hicieron cambiar las reglas del juego.
 
Pese a las estimaciones iniciales, la compra de proximidad sobrevive y con buena nota. De hecho, más allá del precio, son cada vez más las personas que valoran otros aspectos como la sostenibilidad o la confianza a la hora de comprar. Y esto juega a favor de las pequeñas tiendas que hay cerca de casa.  
 
Y es que comprar las frutas y verduras de kilómetro 0, ropa y productos artesanales o adquirir bienes en las tiendas de barrio son, a veces, las únicas maneras de acceder a ciertos productos locales que no llegan a grandes superficies o a Internet.
 
Además, las tiendas de barrio dan respuesta a una necesidad, cada vez más consciente, de consumir de manera responsable. Es salud para el cliente, pero también para el Planeta ya que se reduce la huella de carbono de los productos y de la compra en sí.
 
Por eso, muchos consistorios - como el barcelonés- están diseñando diversas estrategias políticas que definan nuevas regulaciones y normativas que protegen el comercio local. Es importante para todos. 

Especialización y trato único

Las tiendas de barrio no están alejadas las unas de las otras y permiten, entre otras ventajas, hacer la compra con facilidad. Además, fomentan la economía local y es que, seguramente, los dueños o trabajadores de esa pequeña tienda donde compras sean del barrio o de zonas próximas. Una calle con diversos comercios revitaliza la zona y hace que aparezcan más pequeños negocios. ¡El barrio se enriquece!
 
El comercio de proximidad está de moda y ofrece una interacción y asesoramiento personal que pocas grandes superficies pueden garantizar. Según la Confederación Española de Comercio, las tiendas locales tienen un valor añadido: conocen a su cliente y le pueden aconsejar mejor. Muchas de estos negocios son familiares y esa especialización o conocimientos ha ido pasando de generación en generación.
 
Se potencia, por lo tanto, la especialización y el trato directo con el cliente y, cómo no quieren quedarse atrás, muchas tiendas locales apuestan ya por las nuevas tecnologías para ganar mayor visibilidad. Y es que el futuro de estos negocios más modestos pasa por la cercanía y la digitalización.
 
Así, estas pequeñas tiendas de proximidad dan personalidad a los barrios. Son importantes y muy beneficiosas para todos los vecinos porque sí, su objetivo es ofrecer un servicio duradero y muy personalizado.
 
Por lo tanto, los nuevos emprendedores tienen en sus manos ayudar a generar identidad de barrio y comunidad. Para ello, deben aprender cómo escoger el mejor local para su negocio. Para triunfar, entre tanta competencia, es importante la ubicación de la tienda, por ejemplo. En un barrio de economía más modesta no triunfarán las tiendas que vendan artículos de lujo.
 
Ubicación, competencia y servicios son factores a tener en cuenta. Para dar con el local perfecto es crucial dejarse asesorar por expertos como Servihabitat. En su catálogo encontrarás los mejores locales en las zonas que estés buscando.

 

 


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