Las fincas en zona forestal han ido ganando popularidad con los años. Tienen muchos beneficios para el entorno y el medioambiente, pero también para el inversor o propietario ya que permiten la silvicultura y otro tipo de actividades con retorno económico.

España es el segundo país de la Unión Europea con mayor superficie forestal con algo más de 19 millones de hectáreas de superficie arbolada y cerca de 10 millones de hectáreas de superficie desarbolada. En total, más de 28 millones de hectáreas, que equivalen a un 56% del territorio.

Según el Instituto Nacional de Estadística, las fincas rústicas son aquellas propiedades inmobiliarias que pertenecen a este campo o mundo rural. Y, ¿qué atractivo tienen? Principalmente, su versatilidad y rentabilidad.

Uno de los usos principales de estos activos inmobiliarios es el forestal. Las fincas rústicas forestales permiten la gestión sostenible de los bosques. En este sentido, se permite extraer la madera, quemar rastrojos bajo previa autorización, despejar los caminos forestales para permitir una buena circulación de los servicios de emergencias o limpiar el suelo de materia orgánica.

Esta gestión y cultivo de los bosques puede convertirse en una gran fuente de ingresos si se hace de manera sostenible. La silvicultura, como se llama esta práctica, permite, por ejemplo, vender la madera u otros productos obtenidos directamente de la naturaleza.

Los pequeños inversores ya son conscientes de las ventajas de invertir en fincas rústicas. Se están posicionando como una gran opción gracias a su rentabilidad y acostumbran a ser un activo muy atractivo, sobre todo, por su potencial de revalorización.

Y es que los terrenos forestales son, para muchas personas, enclaves privilegiados. Zonas protegidas, parajes naturales y espacios sin contaminación. Suelen caracterizarse por tener una gran cantidad de árboles, una amplia variedad de plantas y animales y por ser esenciales para el ecosistema.

Por lo tanto, una finca situada en este tipo de terreno es una opción más que interesante. Eso sí, la rentabilidad de este tipo de terreno suele ser a medio o largo plazo, por lo que hay que ser paciente.

Además, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, esta rentabilidad viene marcada por condiciones externas como la climatología. Algo que el inversor no puede controlar. Lo que sí tienen en sus manos es conocer el mercado, las tendencias y la normativa que afectan a este tipo de fincas rústicas.

Analizar este sector, antes de invertir, es esencial para no tener problemas en un futuro. Dejarse aconsejar y asesorar por expertos como Servihabitat hará todo este camino mucho más llevadero.

Y es que el sector forestal está liderando el camino hacia la construcción de un futuro mucho más sostenible. ¡Y tú puedes sumarte a este compromiso! Consulta el amplio stock de terrenos rústicos en venta de Servihabitat y encuentra el mejor lugar para tu proyecto.

Fincas rústicas forestales: qué son y qué atractivo tienen

09 de julio de 2024 terrenos

 

Las fincas en zona forestal han ido ganando popularidad con los años. Tienen muchos beneficios para el entorno y el medioambiente, pero también para el inversor o propietario ya que permiten la silvicultura y otro tipo de actividades con retorno económico.

España es el segundo país de la Unión Europea con mayor superficie forestal con algo más de 19 millones de hectáreas de superficie arbolada y cerca de 10 millones de hectáreas de superficie desarbolada. En total, más de 28 millones de hectáreas, que equivalen a un 56% del territorio.

Según el Instituto Nacional de Estadística, las fincas rústicas son aquellas propiedades inmobiliarias que pertenecen a este campo o mundo rural. Y, ¿qué atractivo tienen? Principalmente, su versatilidad y rentabilidad.

Uno de los usos principales de estos activos inmobiliarios es el forestal. Las fincas rústicas forestales permiten la gestión sostenible de los bosques. En este sentido, se permite extraer la madera, quemar rastrojos bajo previa autorización, despejar los caminos forestales para permitir una buena circulación de los servicios de emergencias o limpiar el suelo de materia orgánica.

Esta gestión y cultivo de los bosques puede convertirse en una gran fuente de ingresos si se hace de manera sostenible. La silvicultura, como se llama esta práctica, permite, por ejemplo, vender la madera u otros productos obtenidos directamente de la naturaleza.

¿Por qué invertir en fincas forestales?

Los pequeños inversores ya son conscientes de las ventajas de invertir en fincas rústicas. Se están posicionando como una gran opción gracias a su rentabilidad y acostumbran a ser un activo muy atractivo, sobre todo, por su potencial de revalorización.

Y es que los terrenos forestales son, para muchas personas, enclaves privilegiados. Zonas protegidas, parajes naturales y espacios sin contaminación. Suelen caracterizarse por tener una gran cantidad de árboles, una amplia variedad de plantas y animales y por ser esenciales para el ecosistema.

Por lo tanto, una finca situada en este tipo de terreno es una opción más que interesante. Eso sí, la rentabilidad de este tipo de terreno suele ser a medio o largo plazo, por lo que hay que ser paciente.

Además, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, esta rentabilidad viene marcada por condiciones externas como la climatología. Algo que el inversor no puede controlar. Lo que sí tienen en sus manos es conocer el mercado, las tendencias y la normativa que afectan a este tipo de fincas rústicas.

Analizar este sector, antes de invertir, es esencial para no tener problemas en un futuro. Dejarse aconsejar y asesorar por expertos como Servihabitat hará todo este camino mucho más llevadero.

Y es que el sector forestal está liderando el camino hacia la construcción de un futuro mucho más sostenible. ¡Y tú puedes sumarte a este compromiso! Consulta el amplio stock de terrenos rústicos en venta de Servihabitat y encuentra el mejor lugar para tu proyecto.


Noticias relacionadas

12 de enero del 2024 Terrenos

Auge inmobiliario rural: inversión agrícola en España

9 de octubre del 2023 Terrenos

Terrenos agrícolas: evitar el abandono